Cada año en
septiembre, millones de estudiantes en España se preparan para la vuelta al
cole. Este evento anual no solo marca el inicio de un nuevo curso académico,
sino que también representa una oportunidad para reflexionar sobre cómo
nuestras acciones pueden impactar el medio ambiente. En un mundo cada vez más
consciente de la necesidad de sostenibilidad, la vuelta al cole puede ser un
momento perfecto para adoptar prácticas más ecológicas y fomentar una economía
circular. Se trata de un momento en el que se realiza un enorme gasto no solo
económico, sino también de recursos que en muchas ocasiones, podrían
minimizarse aplicando las 3R: “Reutiliza, Recicla, Reduce.”
La sostenibilidad
no es solo una tendencia, es una necesidad urgente por muchos motivos:
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Supone
un ahorro económico y de recursos
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Ayuda
a mantener el entorno limpio.
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Ayuda
a los más jóvenes a sentirse responsables y útiles a la sociedad
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Mejora
el estado del aire, del agua y del suelo.
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Genera
nuevos empleos y riqueza a nivel local, regional y nacional.
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Ayuda
a optimizar el reparto de recursos y bienes entre todos los ciudadanos
eliminando un consumo irracional de los mismos.
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Fomenta
la creatividad dando nuevos usos a bienes usados
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Y
sobre todo, Contribuye de manera efectiva a dejar un mundo mejor a las
siguientes generaciones enseñándoles a cuidarlo
.
Una de las
claves para la creación de un mundo más sostenible es la economía circular, que
como ya sabemos, es un modelo económico
que busca minimizar el desperdicio y hacer un uso más eficiente de los
recursos. En lugar de seguir el modelo tradicional de “tomar, hacer, desechar”,
la economía circular promueve la reutilización, la reparación y el reciclaje de
productos y materiales. Este enfoque puede ser especialmente relevante en el
contexto escolar, donde el consumo de materiales es alto y continuo, y los más
jóvenes pueden aprender hábitos sostenibles de manera orgánica y natural para
trasladarlo a su día a día, a sus familias, y a su futura vida adulta. En los
colegios y centros educativos, no solo es importante formar e informar sobre
sostenibilidad, sino que es muy importante hacer partícipes a los alumnos de
manera proactiva, en conductas sostenibles. Hay muchas actividades que pueden
hacerse para implicarles y fomentar la proactividad. Os dejamos algunas ideas:
Reutilización de Materiales Escolares: Fomentar la reutilización de libros
de texto, uniformes y otros materiales escolares puede reducir
significativamente el desperdicio. Las bibliotecas escolares pueden jugar un
papel importante en este aspecto, ofreciendo libros de texto en préstamo y
promoviendo el intercambio de libros entre estudiantes.
Proyectos de Reciclaje: Implementar programas de reciclaje
en las escuelas puede enseñar a los estudiantes la importancia de separar los
residuos y reciclar correctamente. Además, estos programas pueden incluir
actividades prácticas, como talleres de reciclaje creativo, donde los
estudiantes pueden transformar materiales reciclados en nuevos productos
útiles.
Compostaje: Las escuelas pueden establecer
programas de compostaje para gestionar los residuos orgánicos del comedor
escolar. El compost resultante puede utilizarse en los jardines escolares,
cerrando así el ciclo de los nutrientes.
Mercadillos de segunda mano: En muchas ocasiones los alumnos de
cursos avanzados realizan diversas actividades para conseguir ingresos con los
que ayudar a sufragar el viaje de fin de curso. Una opción alternativa o
complementaria a sorteos, concursos , espectáculos o venta de manualidades,
puede ser un mercadillo de artículos de segunda mano, juguetes, juegos,
mochilas, estuches, etc…que los alumnos no utilicen.
Campañas de recogida sostenible y
solidaria: Hay muchas
cosas que los alumnos ya necesitan pero otras familias pueden aprovechar. Ropa,
mochilas, carros de bebé, etc…que pueden recogerse en los centros educativos
para que ONGs solidarias las entreguen a familias que lo necesiten más.
Por otro
lado, el reciclaje es una de las formas más sencillas y efectivas de contribuir
a la sostenibilidad. Enseñar a los niños a reciclar desde una edad temprana
puede ayudar a inculcar este hábito en su vida diaria. Las escuelas pueden
desempeñar un papel fundamental en este proceso, proporcionando contenedores de
reciclaje claramente etiquetados y educando a los estudiantes sobre qué
materiales pueden reciclarse y cómo hacerlo correctamente.
En 2021,
España generó 115,4 millones de toneladas de residuos, de los cuales se
reciclaron 49,4 millones de toneladas, un 4,5% más que en 20201. Además, en
2022 se enviaron a instalaciones recicladoras 1.627.313 toneladas de envases
domésticos de plástico, metal, briks, madera y papel y cartón[1]. Igualmente, hay muchas
actividades que se pueden fomentar en los centros educativos para implicar a
los alumnos, como por ejemplo:
Concursos de Reciclaje: Organizar concursos de reciclaje
puede ser una forma divertida y educativa de motivar a los estudiantes a
participar en el reciclaje. Los concursos pueden incluir desafíos como
recolectar la mayor cantidad de materiales reciclables o crear obras de arte a
partir de materiales reciclados.
Talleres de Reciclaje Creativo: Los talleres donde los estudiantes
pueden aprender a crear nuevos productos a partir de materiales reciclados
pueden ser muy efectivos. Por ejemplo, pueden aprender a hacer papel reciclado,
construir muebles con palets o crear juguetes a partir de botellas de plástico.
El respeto al
medio ambiente va más allá del reciclaje y la economía circular. Reciclaje y
economía circular, por separado o incluso de manera sinérgica, no son más que
piezas de un todo que debe ser un estilo de vida. Reciclar en si mismo está muy
bien, pero no basta. Participar de una economía circular, está muy bien, pero
no es suficiente. El día a día de cada persona está compuesto de decenas de
decisiones y actos que suman para bien o para mal. Podemos reciclar mucho y muy
bien, pero derrochar energía y agua, y no habrá servido para nada el reciclaje.
Podemos ser muy eficientes energéticamente, pero consumir muchos más bienes y
productos de los que necesitamos, y tampoco habrá sido útil nuestra eficiencia.
El respeto al medio ambiente, implica adoptar un estilo de vida que minimice el
impacto negativo en el planeta. Esto puede incluir prácticas como el uso de
transporte sostenible, la reducción del consumo de energía y agua, y la
elección de productos ecológicos. Sería muy interesante que los propios centros
educativos dieran ejemplo adoptando prácticas como:
Transporte Sostenible: Fomentar el uso de transporte
sostenible, como caminar, ir en bicicleta o compartir coche, puede reducir la
huella de carbono de la comunidad escolar. Las escuelas pueden organizar
campañas para promover estos medios de transporte y proporcionar instalaciones
adecuadas, como aparcamientos para bicicletas.
Eficiencia Energética: Implementar medidas de eficiencia
energética en las escuelas puede reducir el consumo de energía y los costos
asociados. Esto puede incluir la instalación de luces LED, el uso de sensores
de movimiento para el alumbrado y la promoción de prácticas de ahorro de
energía entre los estudiantes y el personal.
Consumo Responsable de Agua: Las escuelas pueden instalar
dispositivos de ahorro de agua, como grifos con temporizador y cisternas de
bajo consumo, y educar a los estudiantes sobre la importancia de no
desperdiciar agua.
La conciencia
ambiental en España ha aumentado significativamente en los últimos años. Según
un estudio, el 93,5% de la población española considera que el cambio climático
es una problemática real, aunque el 73,3% cree que no se le está dando la
importancia necesaria[2]. Además, el 80% de la
población es consciente de la necesidad de realizar cambios para frenar el
cambio climático[3]
En cuanto a
la responsabilidad social, las empresas españolas han mostrado un fuerte
compromiso. En 2020, las acciones de responsabilidad social corporativa (RSC)
de las empresas impactaron a 158 millones de beneficiarios, un 177% más que en
2019[4]. Además, el 95% de las
empresas españolas ya cuentan con una estrategia de RSC alineada a la
estrategia empresarial[5].
La vuelta al
cole en España es una oportunidad perfecta para fomentar la sostenibilidad, la
economía circular, el reciclaje y el respeto al medio ambiente. Al adoptar
estas prácticas, no solo estamos contribuyendo a la protección del planeta,
sino que también estamos educando a las futuras generaciones para que sean
ciudadanos responsables y conscientes del medio ambiente. Cada pequeño paso cuenta,
y juntos podemos hacer una gran diferencia.
[1] chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://ine.es/prensa/cma_2021_res.pdf
Informe del INE.
[2] https://www.miteco.gob.es/es/ceneam/recursos/pag-web/sociedad-espanola-cambio-climatico-percepcion-comportamientos.html
[3] https://www.ecocreare.com/aumento-de-la-conciencia-ambiental/#:~:text=En%20Espa%C3%B1a%2C%20hasta%20el%2080%25%20de%20la%20poblaci%C3%B3n,realizado%20cambios%20radicales%20en%20sus%20estilos%20de%20vida.
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