jueves, 22 de marzo de 2012

Cómo ahorrar en la factura del móvil

En la mayoría de las ocasiones, por mucho que creamos elegir el mejor plan de precios para un determinado tipo de uso del móvil, la cantidad que acabamos por pagar a fin de mes apenas varía. ¿Engañan las operadoras o es que los usuarios no nos damos cuenta de que cada vez hacemos más llamadas o de mayor duración? Ni lo uno ni lo otro, ya que intervienen numerosos factores. Quizá el más relevante es que los planes que se contratan no se utilizan de modo óptimo. En otras palabras: mostramos poca disciplina para hacer las llamadas en los momentos y con las características en que más baratas son, según el plan que hemos contratado.

¿Hay algún modo de gastar menos en la factura del teléfono móvil?

Una mala elección de las tarifas de móvil puede suponer hasta un 19% más en la factura mensual. El principal motivo del incremento es la no correspondencia entre las condiciones iniciales, aceptadas en el momento de formalizar el alta, y los hábitos que adoptamos después. Más que una cuestión de control de llamadas, el ahorro es un tema de racionalización del gasto y de disciplina al someterse al plan de precios elegido. A continuación se detallan diversas estrategias para conseguir ahorrar.
  • Estudiar con detenimiento las facturas. No hay que tirar los listados de las llamadas que, obligados por ley, envían los operadores móviles a casa junto con la factura. Estos listados contienen información como los números más frecuentes a los que hemos llamado o de los que hemos recibido llamadas, así como las horas de mayor actividad telefónica o si hemos llamado al extranjero o a números fijos. Dedicar una hora a la lectura de estos listados y a sacar conclusiones es muy útil.
  • Estudiar el número de llamadas a números 902, a fijos, a otras compañías o al extranjero. Son las que mayor coste generan, por lo que hay que evitarlas siempre que se pueda. Analizarlas y contabilizarlas sirve para determinar su importancia y concienciarse de su coste cada vez que nos decidamos a teclear estos números.
  • Identificar los números que generan mayor gasto y actuar en consecuencia. Los números a los que con más frecuencia se llama son los que deberían generar más coste, pero no siempre es así. Puede ocurrir que números de operadores distintos al del móvil del usuario, o de personas residentes en el extranjero, generen un gran desembolso, aunque sean pocas las llamadas. Los números más utilizados que, en general, coinciden con los de familiares y amigos son los que mayor gasto generan.
    Por eso procede contratar un plan de precios para que llamar a estos teléfonos resulte más barato. Todas las operadoras ofrecen tarifas para estos casos, en ocasiones, con la condición de que emisor y receptores pertenezcan a la misma operadora. Por tanto, conviene que los miembros de una misma familia, o los grupos de amigos o de empresa, pertenezcan a la misma operadora. Cuando los números que causan el mayor volumen de gasto son los más frecuentes, la solución es solo una: llamar lo menos posible.
    Si no se pueden reducir esas llamadas, habrá que buscar alternativas, como llamar en horario nocturno, por sistemas de telefonía a través del ordenador (Skype, Jajah, Viber o teleconferencia en wifi) o demorar este tipo de llamadas hasta que podamos hacerlas desde un teléfono fijo. Se trata de controlar la ansiedad y la impaciencia, de ser conscientes de que ciertas llamadas salen demasiado caras y, por ello, han de recibir un trato especial.
  • Cuidado con las tarifas de datos. La conexión a Internet desde el móvil se ha extendido, pero las operadoras cobran el tráfico de datos a precio de oro. Esto supone en la factura mensual un incremento de 40 euros de media. Por norma, no deben descargarse archivos pesados al teléfono móvil si no se ha contratado una tarifa plana de datos. Las operadoras promocionan ofertas de este tipo que, en muchos casos, tienen dos limitaciones: a partir de un número de megas descargados, la velocidad de Internet baja de forma notable y no siempre es posible utilizarlos para conectar el portátil a Internet.

Antes de marcar el número se debe tener en cuenta:

  • Las franjas horarias. Determinar las horas en las que se realiza el mayor número de llamadas y los destinos de las mismas es fundamental. Si se han hecho muchas por el día, vale la pena reflexionar sobre si todas eran necesarias o no. En el primer caso, hay que indagar si el operador dispone de una tarifa por cupo de consumo más ventajosa que la actual e intentar cumplirla. En el segundo, se puede optar por contratar tarifas de horarios nocturnos, incluso por hacerlas desde el teléfono fijo.
  • Controlar las llamadas cortas. Los costes por establecimiento de llamada, en torno a 15 céntimos de euro, sumados al precio del primer minuto constituyen la mayor parte del gasto de cada llamada. En los minutos siguientes, el coste baja de forma considerable, sobre todo con tarifas de números preferentes (o duados). Siempre es más barata una llamada larga que varias cortas. De nuevo, la racionalización y la contención son fundamentales. Y si se tiene que comunicar un recado o transmitir una información muy breve, se puede hacer por SMS.
  • Evitar usar el SMS. Ahora hay programas como WhatsApp o de mensajería grupal que permiten lanzar SMS desde el móvil de manera gratuita, siempre que sea desde un teléfono con acceso a la red de datos. Es mucho más barato usarlos, ya que los SMS, si se emplean de manera intensiva, acaban por ser muy caros.
Me paso a otra operadora de móvil: ¿es buena solución?

Si consideramos que los planes de nuestra operadora nos impiden ahorrar y creemos que en otras podríamos hacerlo, podemos cambiar (la portabilidad se hace en un día), previo estudio del plan de precios que contrataremos. Con este fin, en las páginas web de las operadoras se facilita la información sobre planes de precios, con tarifas por minuto y costes por establecimiento de llamada. Conviene leer la letra pequeña, ya que en ella se incluyen las excepciones donde se esconden las tarifas más elevadas en forma de penalizaciones e incumplimientos. Además, los precios ofertados no indican el coste en impuestos, que incrementan un 18% la tarifa. También hay que tener en cuenta el contrato de permanencia que se tenga con la operadora por el móvil subvencionado. Es interesante considerar la posibilidad de usar un móvil libre.
Entre las alternativas de cambio, hay que valorar la posibilidad de probar con los nuevos operadores virtuales, ya que sus tarifas son más baratas. En los últimos meses, las operadoras virtuales han recibido una buena parte de las nuevas altas, según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Estas compañías compran el servicio a las operadoras con red propia (Movistar, Yoigo, Orange y Vodafone) y lo revenden al usuario con tarifas por debajo del precio medio.
El inconveniente de las operadoras virtuales es que no subvencionan teléfonos, por lo que el usuario debe contratar sus servicios con un móvil libre que habrá comprado a precio de mercado. Otro inconveniente es que las operadoras convencionales hacen firmar a sus clientes, a cambio de ese móvil subvencionado, un contrato de permanencia por el que deben continuar un tiempo mínimo con ellas.

FUENTE: http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/internet/2009/07/08/186478.php

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